Esta semana les quiero hablar sobre la anemia infantil que es una afección que afecta a millones de niños alrededor del mundo.
El tema es un poco largo, por lo que hoy les presento la primera parte y la próxima semana la segunda parte!
La anemia se define como la deficiencia de hierro en sangre, lo cual se impide la fabricación adecuada de glóbulos rojos necesarios para la transmisión del oxígeno a las células y tejidos.
La anemia es uno de los mayores problemas nutricionales alrededor del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cera de 2000 millones de personas lo padecen y que cerca del 50 % de la población de niños y mujeres embarazadas en países en vía de desarrollo tienen algún grado de deficiencia.
La principal causa es un consumo inadecuado de los alimentos que nos proporcionan hierro. Sin embargo existen otras causas como:
- Incapacidad de absorción del hierro
- Intoxicación con plomo
- Pérdida de sangre lenta y prolongada, es por ello que las mujeres somos un grupo vulnerable debido a los periodos menstruales.
- Crecimiento rápido como es el primer año de vida y la adolescencia.
Los bebés nacen con el hierro que su madre les ha transmitido, pero debido a que crecen muy rápido se recomienda dar suplementos de hierro a partir del cuarto mes, aunque los bebés que son amamantados tienen menos probabilidad de presentar anemia.
El hierro presente en la leche materna se absorbe un 50 % esto debido a diferentes factores como la acidez del tracto gastrointestinal del bebé, la presencia de lactosa, vitamina C y lactoferrina que es una proteína presente en la LM.
Los niños que son alimentados con leche de vaca o fórmula solo absorben cerca del 10 % de hierro, además de no considerarse un alimento rico en hierro tampoco presenta la lactoferrina.
SINTOMAS
- Coloración azulada o muy pálida en los ojos
- Sangre en las heces
- Uñas quebradizas
- Disminución de apetito
- Fatiga
- Irritabilidad
- Coloración pálida de la piel
- Deseos inusuales por alimento (pica)
Estos son algunos síntomas más comunes sin embargo, si la anemia es leve puede que no sean tan notorios los síntomas, así que siempre debemos estar atentas a nuestros niños.
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